La Comisión Europea acoge con satisfacción el acuerdo alcanzado ayer por la tarde entre el Parlamento y el Consejo sobre el nuevo Instrumento para el Desarrollo y el Crecimiento de las Regiones Fronterizas en la UE – BRIDGEforEU.
El Reglamento apoya el desarrollo de las regiones fronterizas, que albergan a más de 150 millones de ciudadanos de la UE, mediante la introducción de un procedimiento estándar para identificar y resolver los obstáculos transfronterizos que dificultan que los ciudadanos y las empresas se beneficien de la plena integración en la UE. Los ciudadanos, las empresas y las administraciones públicas de estas regiones se enfrentan a retos relacionados con diferentes normas técnicas, procedimientos administrativos y marcos jurídicos a ambos lados de las fronteras. Esto afecta al despliegue de proyectos transfronterizos de infraestructuras o servicios públicos, como el acceso a la asistencia sanitaria y los servicios de emergencia, la coordinación de la respuesta a las catástrofes o los proyectos conjuntos de infraestructuras. Abordar estos obstáculos mejorará el funcionamiento del mercado único de la UE y proporcionará un mejor acceso a los servicios y oportunidades económicas para los ciudadanos y las empresas.
El Reglamento incluye la posibilidad de establecer puntos de coordinación transfronteriza, un nuevo servicio que evaluará las solicitudes de las partes interesadas locales sobre posibles obstáculos y actuará como enlace con las autoridades nacionales para abordarlos. Las partes interesadas recibirán una respuesta formal explicando si y cómo se puede resolver un obstáculo.
Una vez evaluado y reconocido un obstáculo, los Estados miembros y las regiones pueden utilizar la herramienta de facilitación transfronteriza, un procedimiento normalizado voluntario diseñado para resolver obstáculos administrativos y jurídicos. Si bien debe responderse a cada solicitud, la decisión de resolver o no un obstáculo sigue siendo prerrogativa de las autoridades nacionales competentes.
La Comisión también creará un registro público de obstáculos, que recogerá datos de los Estados miembros sobre cuestiones transfronterizas en las fronteras terrestres y marítimas. Este registro dará mayor visibilidad a estos obstáculos y permitirá a la Comisión ayudar a los Estados miembros a resolverlos mediante el intercambio de información y conocimientos.
Próximos pasos
El Parlamento y el Consejo adoptarán formalmente el acuerdo alcanzado durante las negociaciones tripartitas y el Reglamento entrará en vigor a principios del próximo año.